Lo mire por donde lo mire yo a este señor, independientemente de las fechorías de índole económico y/o fiscal que haya cometido, la verdad es que me cae bien, bien en el sentido del coraje, del valor de enfrentarse a la justicia (en minúscula porque cada vez vale menos) con un par de narices diciendo que lo que digan los jueces se lo pasa por… el forro de los cataplines, aunque el señor Ruiz Mateos empleó otra palabra.
Sigo diciendo que me cae bien porque dice las cosas sin tapujos, al menos en lo que a la cosa judicial se refiere, imagino que aparte de sus conflictos con este estamento, estará indignado como tantos y tantos españoles con la justicia que impera en España, es decir, con nuestro ordenamiento jurídico donde en muchos casos los bienes jurídicos que debieran ser protegidos no lo están verdaderamente, y si no, que se lo pregunten a los padres de Sandra Palo o Marta del Castillo, por poner un corto ejemplo.
¿El señor Ruiz Mateos ha perdido el respeto a la justicia o es al revés?, cuando lo cierto es que desde que el ministro Boyer metió sus narices en sus empresas, el empresario jerezano no ha cesado de pleitear con el Estado por un lado y con la justicia por otro.
Decir públicamente maricones en un medio televisivo a un juez no creo que esté bien visto por supuesto, porque el decoro y la educación prima o debe primar sobre muchas cosas, aunque a decir verdad ¿qué puede pasar si uno a un juez sin determinar le dice maricón sin más?, yo creo que nada, como casi siempre judicialmente hablando, claro.